Cuerpos en el Bosque de los Suicidios

En 2010, hubo 247 intentos de suicidio en Aokigahara, de los que se encontraron 54 con resultado fatal.

En los senderos abiertos de este bosque te encuentras con carteles en los que se invita, mediante frases inspiradoras, a los potenciales suicidas, a reconsiderar su intención de quitarse la vida.

Están escritos en japonés, con signos blancos sobre fondo marrón y pueden contener mensajes como: “Tu vida es un valioso regalo de tus padres. … No te lo guardes. Comparte tus problemas. Por favor, busca ayuda y no atravieses este lugar solo” y en el cartel se indica el teléfono de la Asociación de Prevención del Suicidio.

Aun así, hay personas a las que estos mensajes no les son suficientes para reconsiderar su decisión.

Aokigahara último destino

Quienes visitan el lugar con la intención de quitarse la vida, se adentran en el bosque, por sendas no marcadas, para abandonarse y perderse a sí mismos.

En algún recóndito lugar del Bosque de los Suicidios, renuncian a su vida y, o bien mediante la ingestión de fármacos o tóxicos, o bien mediante el ahorcamiento, vacían sus vidas.

Las razones que les inducen a terminar con su propia vida, parecen no tener relación con la práctica del seppuku o hara-kiri o suicidio por honor sino que, estarían referidas a desamores, fracasos financieros, soledad, …

Según la mitología japonesa, quienes se quitan la vida y no reciben una ceremonia funeraria adecuada, se transforman en yūrei (幽霊), lo que se podría traducir como “almas en pena”.

Bosque de los Suicidios, recuperación de cadáveres

Cada cierto tiempo, la policía, acompañada de voluntarios de la zona, organiza batidas de búsqueda de restos humanos. El grado de descomposición de los cadáveres que suelen encontrarse es diverso, dependiendo del tiempo transcurrido desde la comisión del suicidio.

Las partidas de rescatadores se adentran en el bosque y, si encuentran algún cadáver, lo extraen del bosque y lo trasladan a la estación de policía.

En la estación local de la policía hay una habitación, con dos camas. En ella depositan el cuerpo, sin vida, rescatado de Aokigahara en uno de los camastros.

Los integrantes de la partida de búsqueda, juegan jan-ken-po (じゃんけん), es decir, “piedra, papel o tijera” para sortearse una última tarea. Quienes pierden la partida, deberán acompañar al cadáver durante la noche.

La razón de esta última misión es la de evitar que el cadáver permanezca a solas, que el yūrei comience a gritar y el cadáver regrese a su última morada original en el Bosque de los Suicidios.

Cadáveres de Aokigahara y el manga

En la cultura popular japonesa, más concretamente en el manga, hay narraciones de historias relacionadas con los cadáveres del Bosque de los Suicidios. Por ejemplo, en:

  • Los Kurosagi entrega de cadáveres, donde cinco jóvenes que forman el grupo de los Kurosagi, ponen sus habilidades especiales al servicio de los cadáveres para que se cumplan sus últimos deseos. En el capítulo 1, encuentran un cadáver reciente en Aokigahara que quiere reunirse con su novia.
  • Tokio Ghoul, (en referencia a los “gules”, que se alimentan de cadáveres) donde en el Café Anteiku se usan cadáveres, procedentes de Aokigahara, para alimentar a los gules y así evitar que estos maten a los humanos.

En la cinematografía también hay ejemplos más explícitos sobre este aspecto del Bosque de los Suicidios, pero esto lo veremos más adelante.